A 30 años del informe. Topografía y etnografía -uso del poder- del terror.
El prólogo decía lo siguiente: "Las grandes
calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en
toda su historia sufrió la Nación, durante el periodo que duró la dictadura
militar iniciada en marzo de 1976, servirá para hacernos comprender que
únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror,
que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la
criatura humana".
Sabato y Alfonsín. |
"Únicamente así podremos estar seguros de que NUNCA
MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente
famosos en el mundo civilizado".
El informe de la Conadep fue entregado a Ricardo
Alfonsín el 20 de septiembre de 1984 y después de un año se hizo un impreso. El
libro Nunca más organizó fragmentos sueltos, se organizaron y clasificaron. Un corpus
que contenía la historia reciente y marcada con sangre.
El Nuca más. "Carta de compromiso para un nuevo país,
el informe ha servido en estas tres décadas como modelo ejemplar en varios
procesos de esclarecimiento histórico de asesinatos masivos en todo el mundo”, publicó
la Revista Ñ (Edición 571).
El escritor Ernesto Sabato integró la Conadep, un
ejemplo de la pluma comprometida. También se sumó la periodista Magdalena Ruiz
Guinazú.
“La Conadep no buscó desaparecidos, sino
desaparecedores”, repite Graciela Fernández Meijide.
El Nuca más describe la topografía del terror; el
espacio de la tortura y del mal. En sus páginas, los sobrevivientes cuentan el
lugar de cautiverio; narra la anulación física de las víctimas, y sirvió para
combatir el aniquilamiento de la prueba del crimen, la que ocultaron los
militares.
El Nunca más es un libro ejemplar, una memoria viva
que clama justicia. Fue la prueba contundente para enjuiciar a las Juntas
militares.
30 años de historia; 30 años de memoria.
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